Roblox no es solo un videojuego, sino una plataforma donde cada jugador construye su propia historia. A diferencia de los juegos tradicionales con una trama fija, aquí la narrativa emerge de la interacción entre los usuarios y los mundos que exploran. Mi personaje principal es mi avatar, el cual personalizo según mi estilo y las experiencias en las que participo. Los demás personajes son mis amigos y otros jugadores, con quienes puedo conectarme simultáneamente para jugar en distintos entornos, desde aventuras de supervivencia hasta simulaciones de la vida real.
La estructura narrativa de Roblox es no lineal y laberíntica, como describe Janet H. Murray en Hamlet en la holocubierta. No hay una única historia a seguir, sino múltiples trayectorias que dependen de las decisiones de cada jugador. Podemos pasar de un mundo a otro sin un orden predefinido, explorando narrativas creadas por la comunidad y construyendo las nuestras a partir de la interacción y la creatividad colectiva. Este enfoque convierte a Roblox en un espacio donde la narrativa es moldeada en tiempo real, haciendo que cada experiencia sea única y personalizada.
