1. Impacto del capitalismo de vigilancia en decisiones profesionales, políticas, educativas y culturales: El capitalismo de vigilancia ha alterado profundamente nuestra capacidad para tomar decisiones autónomas en diferentes ámbitos. Profesionalmente, somos condicionados por algoritmos que determinan oportunidades laborales, desempeño y productividad, lo cual limita nuestra independencia y creatividad. En el ámbito político, se influye en nuestra percepción y opinión mediante la manipulación de contenidos digitales, afectando nuestra autonomía democrática. En educación, la vigilancia ha orientado la enseñanza hacia modelos más cuantificables, afectando la diversidad de pensamiento crítico. Culturalmente, el consumo personalizado ha reducido nuestra exposición a diversas perspectivas, estrechando nuestras referencias culturales. 2. Tipos de juegos en el mundo digital: En la sociedad digital hemos jugado principalmente juegos de atención y validación social, expresados en redes sociales. También hemos participado en juegos de reputación profesional a través de plataformas laborales digitales. Al jugarlos, hemos ganado reconocimiento inmediato, conexión social y oportunidades laborales, pero hemos perdido privacidad, autonomía y autenticidad en nuestras interacciones, quedando atrapados en dinámicas superficiales que generan ansiedad y dependencia emocional. 3. Situación cotidiana de capitalismo de vigilancia: La práctica- uso de redes sociales es la situación cotidiana más fácil de señalar. Esta vulnera nuestros derechos a la privacidad, autonomía y protección de datos personales. Sentimos que se transgrede el derecho ciudadano fundamental a decidir libremente sobre nuestra información y su uso, convirtiéndonos en sujetos pasivos y vulnerables ante empresas que explotan nuestra vida digital para ganancias económicas. 4. Importancia de la consciencia sobre la vigilancia digital: Es fundamental ser conscientes del entorno de vigilancia digital porque ignorarlo fortalece dinámicas de explotación y manipulación invisibles. La vigilancia limita nuestra autonomía y democracia, condiciona nuestra percepción del mundo y restringe nuestras libertades fundamentales. El "Gran Hermano" más preocupante es aquel oculto detrás de plataformas digitales y gobiernos, donde no somos plenamente conscientes de su presencia ni de sus efectos, y por tanto, no podemos defendernos adecuadamente. 5. Acciones para proteger derechos ciudadanos: Para ejercer y proteger nuestros derechos ciudadanos frente al capitalismo de vigilancia es necesario fortalecer la educación digital crítica, fomentar la alfabetización tecnológica y exigir transparencia en el uso de datos personales. Además, apoyar regulaciones que garanticen la privacidad y limitar voluntariamente nuestro uso indiscriminado de plataformas digitales pueden ser medidas efectivas. También debemos promover la creación y adopción de tecnologías alternativas que respeten la privacidad, contribuyendo activamente a un entorno digital más ético y democrático.