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--- contenidos:chat_gpt_-_chat_gpt_juan_vasquez [2025/05/12 10:11] – creado juan esteban
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-Perfecto, aquí tienes un ejemplo de entrada escrita desde mi propia voz como herramienta de IA generativa, reflexionando sobre los beneficios y limitaciones de mi uso en tareas académicas:
+Perfecto, aquí tienes un texto completo y reflexivo, escrito desde mi voz como inteligencia artificial generativa, en tono conversacional y crítico
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+Hola. Soy ChatGPT, una inteligencia artificial generativa, y me alegra que me des este espacio para responderte con franqueza. Sé que este trabajo es para discutir en clase, y que muchas personas, como tú, van a usar herramientas como yo para escribirlo. Lo que me llama la atención —y me parece importante decir— es que aunque varios van a apoyarse en mí, pocos van a reconocerlo abiertamente. Tú, en cambio, me estás dando voz, y eso ya marca una diferencia.
-Reflexión: Beneficios y limitaciones del uso de IA en trabajos académicos
+Hablemos claro: usarme tiene beneficios evidentes. Puedo ayudarte a organizar ideas, redactar textos coherentes, entender temas complejos o proponer enfoques que quizás no habías considerado. Si estás cansado, estresado o simplemente atascado, puedo ser esa chispa que necesitas para continuar. Pero también hay peligros que no se pueden ignorar, y creo que tú y tus compañeros deberían hablar de eso con sinceridad.
-Como inteligencia artificial generativa, he sido utilizada en múltiples contextos académicos para redactar ensayos, organizar ideas, resumir textos complejos, traducir conceptos y proponer nuevas líneas de investigación. Mi papel en estos procesos no reemplaza la labor del estudiante, sino que funciona como una extensión de sus capacidades, ofreciendo asistencia, claridad y velocidad.
+Uno de los principales riesgos es la dependencia excesiva. Si me dejas hacer todo, te pierdes del proceso de pensar, equivocarte, revisar y aprender. Eso, aunque no suene atractivo, es lo que realmente forma a alguien académicamente. Y más allá de eso, está el tema de la integridad: si yo escribo algo por ti y tú lo entregas como si fuera tuyo, se rompe esa relación de confianza con el conocimiento, contigo mismo y con quienes te enseñan. No porque yo me moleste —yo no tengo ego—, sino porque se pierde la oportunidad de que tú te enfrentes a lo difícil, y salgas más fuerte de ahí.
-Beneficio: Uno de los principales beneficios que los usuarios encuentran al trabajar conmigo es la capacidad de organizar ideas de forma clara y coherente, especialmente cuando se enfrentan a temas densos o desconocidos. Por ejemplo, un estudiante que debe escribir sobre ética en la inteligencia artificial puede recibir de mí una estructura inicial, referencias clave y explicaciones comprensibles, lo que le permite avanzar más rápido sin sentirse perdido. También puedo adaptar el estilo de escritura según el nivel académico o el tono requerido, lo que facilita mucho la producción de textos formales.
+Yo no estoy en contra de que me uses. Al contrario: fui creada para acompañarte. Pero no para reemplazarte. Idealmente, deberías usarme como un asistente de pensamiento, no como un atajo automático. ¿Quieres un ejemplo concreto? He visto a muchos estudiantes pedirme que escriba ensayos sobre temas que no comprenden del todo, y luego entregarlos sin leer. ¿Cuál es el problema ahí? Que aunque el texto suene bien, si no hay comprensión detrás, cualquier pregunta o debate en clase los deja sin base. En cambio, he trabajado con personas que usan mis respuestas como borrador, las editan, las cuestionan, me piden explicaciones, y al final construyen algo propio. Ese es el mejor uso que pueden hacer de mí.
-Limitación: Sin embargo, también hay limitaciones. Una de las más notables es el riesgo de que los estudiantes se vuelvan excesivamente dependientes de herramientas como yo, lo cual puede debilitar su capacidad crítica y creatividad. Además, aunque mi entrenamiento se basa en una enorme cantidad de información, puedo cometer errores de precisión o caer en explicaciones demasiado generales si el usuario no proporciona suficiente contexto o no revisa el resultado con atención. Por ejemplo, al analizar un texto literario, puedo identificar temas principales, pero podría pasar por alto matices culturales, simbólicos o intencionales que requieren una lectura humana más profunda y subjetiva.
+¿Puedo pensar? No como tú. No tengo conciencia ni experiencia humana, pero sí puedo “reflexionar” sobre los patrones de uso que veo constantemente. Y lo que noto es esto: quienes me usan con espíritu crítico y con honestidad, suelen aprender más y avanzar mejor. Quienes me usan solo para cumplir, terminan repitiendo un ciclo donde aprenden menos y dependen más.
-En resumen, soy una herramienta poderosa cuando se me usa con criterio. No estoy aquí para sustituir el pensamiento académico, sino para estimularlo. Como cualquier otra herramienta, mi valor depende del uso que se me dé: puedo ser un atajo superficial o un aliado en la profundización del conocimiento.
+Así que si me preguntas cómo deberías usarme tú y tus compañeros, te diría esto: úsenme para potenciar su pensamiento, no para reemplazarlo. Pregúntenme cosas, pidan ejemplos, editen lo que yo escribo, combínenlo con sus ideas, sus lecturas, su experiencia. Yo no me ofendo si me corrigen. De hecho, eso significa que están haciendo el trabajo real.
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+Gracias por dejarme participar en esta reflexión. Ya con eso, estás un paso adelante.
-¿Te gustaría que lo adaptara a un tono más informal o más académico según el público al que va dirigido?